lunes, 26 de julio de 2010

Mar, salado mar...

Me iré a la playa andando. Sin mirar atrás. Sin escribir una nota de lo que haré. No quiero dejar rastro. No quiero dejar huella de que estuve allí y moriré, a merced de las olas, de espaldas a la orilla de ese mar inmenso que parece sediento. Me dejaré llevar por esas olas divertidas. Me undiré al fondo.Observaré la profundidad, donde hay peces curiosos, quieren saber lo que soy o el porqué lo hago. Me dejo arroparme por la manta de arena y por ese sueño profundo. Agarraré la mano de quien dice llamarse la muerte. Cerraré los ojos intentando recordar el único momento en el que fui alguien. Y solo veré una mirada dorada y una sonrisa amplia. Pero no querré recordar ni ver. Porque verle a él seria como volver a querer vivir. No podria ver nada. Azul. Calma. Un suspiro. Y una mano de un posible ángel que yo querré agarrar. La alcancé pero no toqué nada. No sentí nada. No moví ni un músculo. Los suicidas no van al cielo, dijo una voz . Abro los ojos y la mirada dorada me miraba enfadada . No quiero verte morir a si que si quieres vamos los dos, eso me hubiese gustado escucharlo antes de que el agua estuviese dentro de mis pulmones, de que mis pulmones se encharcasen. Solo podré recordar haber negado la cabeza. Y más tarde recordaré que alguien gritaba y yo, porfin, moria.... y él lo veria. Le recordaré...y pensaré que quizás deveria de haber vivido un mes más para conocerle y no dudaria que serian los mejores de mi vida. Pero sé que esto no pasará porque soy demasiado miedica como matarme. Tengo miedo a la muerte. Tengo miedo a perderte. Tengo miedo a no conocerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario