miércoles, 8 de junio de 2011

Bomba en plaza universitaria.

Me tiro al suelo cansada de todo, tirada en medio de la poca hierva que queda en esta ciudad, meto la mano en el gran bolso blanco buscando la cajetilla de tabaco que normalmente no me atrevo a gastar, agro la cajetilla y saco uno de los cigarros "Bien, aún quedan cuatro" pienso mientras lo poso entre mis labios, y me pongo a buscar el mechero, ese mechero que me regaló un amigo al volver de un viaje que hizo a París. "De París... con su ex..." pienso. ¿Celos? No, solo un cariño insoportable hacia alguien que no comprendo ni quiero hacer. Agarro el mechero que está metido en el bolsillo interno del bolso, enciendo el cigarro, miro el mechero, tiene la torre de Eiffel y un "I love you" debajo de la torre, sonrio y lo tiro lo más lejos posible de mi. "Tengo que pensar en cómo me ha salido los exámenes de selectividad" pienso de forma clara y tajante. Cojo mi melena marrón clara y el coletero de pelo que tengo en la muñeca y me hago un moño alto. Oigo el móvil fuera del bolso, supongo que se me haya quedado fuera al buscar el cigarro. Me siento en la hierva y encuentro el móvil a cierta distancia de mi y por no levantarme, estiro la pierna para alcanzarle y lo acerco a mi. Antes de cogerlo quien me llamó colgó, miro el menú de llamadas recibidas "Manuu" ponia en la pantalla. Se me aceleró el corazón, apago el cigarro con el árbol que tenia a mi lado, me remango la camiseta de manga francesa hasta los hombros y me quedo sentada a lo indio, embobada, mirando el móvil, la pantalla y su llamada. Me muerdo el labio inferior, se me cae un mechón del flequillo en la frente y me lo intento colocar de nuevo en el moño, pero parece insistir en quedarse en mi frente. Decido sacar un libro que tengo en el bolso y ponerme a leer. Su portada deslumbra con "Lágrimas de Cristal", no pone su autor.
Vuele el móvil a sonar y salto del susto, cuando lo cojo, cuelga otra vez, él.
Me quedo mirando el móvil como la anterior vez y noto un aire cálido en la nuca. Me doy la vuelta. El Sol me da de espaldas y ahora me daba de frente, tardaba mucho en conseguir definir el cuerpo que veia negro. Se me escapó un grito de sorpresa que se acallaron con un beso sordo en mis labios.
Lo siguente que recuerdo son los golpes de mi corazón en la caja torácica y nubes de humo a nuestro alrededor.
Esto, es, un amor explosivo diria yo.
Él, soltó una lágrima de cristal que me corto los labios y me congeló el corazón.

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