sábado, 4 de junio de 2011
lágrimas
Para qué llorar, si lo único que se consigue es llenar los ojos del color del fuego, que se te ponen coloretes y se humedecen tus mejillas. Para qué llorar si se te unden los ojos y tus iris se convierten en pinturas de acuarela. Para qué llorar, si lo único que te dije es que me tuve que marchar, que jamás me verás, que jamás lloverá, nis nos taparemos bajo la lluvia con un paraguas que más que tapar moja más. Para que llorar, si lo que realmente quiero es tu felicidad, la que no puedo agarrar, la que me gusta observar.
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