sábado, 25 de junio de 2011

Suena a notas.

Una mañana, sonrie, agoniza, la eterna llamada de un instrumento abandonado qu epoco le falta para hechar patas y andar, es como un insecto olvidado, que teje su tela de araña porque nadie le a matado pero nadie le da de comer.
Su música, antes mia, pero ahora de nadie. Su alimento inspira, corcheas, semicorcheas, redondas.... lineas en paralelo, curvas... ff, mp, pp, mf... hojas, partituras, la escritura de los antes cultos, ahora es mi lenguaje y el de otros tantos.
Somos asesinos, asesinos con arco de violín, consordina, con madera rasgada. Con melodias que se convierten en sueños.

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