jueves, 1 de diciembre de 2011

Lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, otro sábado igual y un domingo parecido al anterior. Lo que puede que diferencie esos días es la gente que desconoces que tienen su propia vida, su propia rutina, que te pisan los pies en la calle con sus prisas, se rien que tus despites y que puede que alguien te pregunte donde se va a un sitio u otro te tire un piropo. Ponerte los cascos, misma música, mismo orden, pero lo único que cambia eres tú, tú conmigo, yo sin ti. Las mismas canciones parecen decir algo distinto, parecen decir cosas diferentes, cambian el ritmo, se hacen más lentas, más deprimentes y entonces te das cuenta que no te gusta esa música, que era la que le gustaba a esa otra persona, que solo has intentado convertirte en lo que a el/ella queria que fueses. Pero, que pasa¿? Nadie te a dicho que más vale una sonrisa sincera que una sonrisa que te han pegado celo, pegamentobarracosaquepega ¿? Nadie te ha dicho que ama a quien te ama y no a quien tu amas¿? CHORRADAS. Si fuese así, por qué la mayoria de la gente se queda mirando a quien ama sin saber que la otra no¿? Si fuese así, TODOS, y digo TODOS amariamos a alguien. Pero no es así, seguimos nuestras vidas, nuestro caminos, con nuestras piedras, nuestro peso, caminando, sin saber que aquel conductor de bus que siempre coges está enamorado de tu sonrisa y aquel chico que siempre se topa contigo en el segundo pasillo de la tercera planta del instituto no podria vivir sin verte.
Y ahora me doy cuenta. Yo, solo yo, y nose si alguien más, que la luna se traga todos los recuerdos que puede porque de pequeña me regalaron una Luna, con 14 años me regalaron otra, a los 17 me han regalado dos. Pero sabeis qué¿? Todas, todas se han ido. Porque de pequeña fue por amor de familia, otro por amor de un amor de colegio, uno de los de los 17 años fue porque le dio una venada el otro, me amaba. Odio la luna, pero amo las estrellas. Regalame alguna, pero no dejes que las suelte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario