sábado, 8 de junio de 2013

¿Cuantas veces he soñado que verle me haria bien? ¿Cuantas veces he pensado que abrazandole se me quitaria todo mal? ¿Cuantas veces llegué a quererle tanto que me quemaba? Tantas, tantas, demasiadas. No tengo ganas de contar, seria un error. Porque él sabe que me vuelvo a equivocar, que me vuelvo a caer y que él no estará allí para aguantarme o solo para que me duela menos la caida. Él no volverá. Él es la nieve en el Ecuador, tanto calor que es muy raro que aparezca algún día. Por favor, aprende a ser lluvia, aprende a mirarme más veces, aprende a volver sin que te llame, a besarme sin que te lo pida. Aprende a olvidarme sin con ello serás más feliz. Pero por favor, no olvides que nunca dejé de quererte.
Firmado: alguien que nunca tiene claro lo que quiere.
¿Te dejé con dudas de si te queria? Iba, volvia, me iba, y por miedo a volver, desaparecí, o eso intenté, o eso te hice ver, porque se que lo sabes, que te vigilo en silencio, lo sabes, sabes que soy patétita y sabes que aún me importas ¿a quien quiero engañar cuando sabes de sobra que la playa la tengo grabada en la piel y tus ojos en mi cabeza? Lo sabes, sé que lo sabes, pero también sabes que aunque vuelva tendré a otro entre mis sábanas, sompiendo almohadas y los muelles de la cama.