martes, 23 de mayo de 2017

Después de mucho tiempo alguien plantó una bandera en mi corazón. Me diréis "¿y qué?", pues que después de aquello, me dejo plantado el palo y recogió la bandera. "¿Pero cómo?" Porque fui idiota, fui idiota en intentar firmar un pacto, un pacto con palabras, porque el amor se supone que no es eso, no es un firma aquí y ya está todo asentado. Nadie habló de la letra pequeña, de las exigencias que conllevaba. "¿Qué dices de letra pequeña?" Digo, que no se puede escribir sobre ello. Digo que no hay nada que firmar cuando las risas se hacen solas, las cosquillas, los besos...
Fui estúpida porque intenté aclarar lo que no hacía falta.
Fui tonta porque yo no debería haberle dejado.
Porque no sentía mariposas, ni hormigueo.
Solo le veía, y sonreía.
Era perfecto, si no fuese porque no le quería.