domingo, 6 de febrero de 2011

Saul.

Miro absorto mi movil. ¿Por qué me han pedido aquello? Esta bien, yo lo elegi. Yo elegi meterme en aquel juego sin sentido. Necesitaba dinero, puto dinero, pepeles con un número y monedas que dicen tener mas valor que el que realmente tiene un metal aplastado, redondeado y con la cara del rey. Jamás hubiese pensado meterme en aquello. Matar un pájaro, despitado... bella, solo ella, era una de las que me habian conseguido encandilar después de varios intentos de olvidar en la jaula que le iba a meter.Guarde el movil dejandolo previamente en silencio.
Vuelvo a mi mundo cuando entra la profesora a clase. Miro todos los sitios y vuelve a faltar la pelirroja. Sonrio para mis adentros. "Llegará. Tarde o tremprando llegará." Me dije a mi mismo como siempre.
La profesora pidio los deberes. Me habia dejado los cuadernos en casa. Bueno, mas bien los deje ayi, no me apetecia hacer nada, tenia otro problema. Idear un plan que ya habian ideado para mi. Un plan que habia firmado con sangre hace mucho.
Miraba aburrido a la puerta. No tenia mas que hacer que esperar, esperarla. Se abre la puerta. Veo un tibaruzon pelirrojo y un ojo verde entre el marco de la puerta y la puerta.
La profesora me miro, no la vi, pero lo senti. Yo seguia mirandola a ella, solo ella.

-¿A quien miras saul? ¿no tienes suficiente con las cadencias?- Mire a la profesora. Pero enseguida ella se dio cuenta de por qué mi despiste. Suspiro, suspire. Y mi petirrojo suspiro.

-Cristal, otra vez no por favor.-Dijo al profesora resignandose a lo inevitable. Ella volveria a llegar tarde como siempre, ya era algo que todos conociamos, y hasta compañeros contaban los segundos o minutos que tardaba en llegar y decian la broma de " Al menos a llegado dos segundos antes que la semana pasada". Ella tambien se reia, no la quedaba mas remedio.

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