No espero más que palabras ahogadas en un mar de tinta.

-Toc toc!
+Quién es¿?
-Tu pulmón.
+Mi pulmón¿?
-Si, tu pulmón.
+No lo quiero, gracias.
-Por qué¿? HAce tiempo que tienes a tu corazón guardado en un tarro con mercurio. Por qué¿?
+Porque me hace daño.
-Tú te crees esa gran mentira¿?
+Porque es la única gran verdad. Las mentiras son las únicas que pueden descubrir una gran verdad...
-Tu corazón se muere.
+Y mi alma tambien.
-Vengo a ayudar.
+Eres un pulmón.
-Y él un corazón y mira como le tratas. LAs personas menos importantes las guardamos en un hueco mayor que a las más importantes.
+Sigo pensando que no te quiero.
-E ahi la gran mentira. Libera al corazón.
...

Nose que quieres de mi,
mi alma hace tiempo que la vendí
y mi corazón caducó antes de lo esperado.

El viento me remueve la corta melena que un día me dio por dejarmela larga, pero supongo que me incomoda. Me hago una trenza. Oigo mi nombre por las calles y no me importa, soy un fantasma quemado por dentro que por fuera es un bote a la moda. Vivo de lo que critican pero de lo que valoran procuro hacer oidos sordos, se me eleva el ego a alturas cosmicas y prefiero mantenerme con los pies en la tierra observando cuandos idiotas dejan pasar su vida viviendo a costa de la vida de los demás.

Pero no os preocupeis, seguiré siendo ese maniquí con sonrisa de ángel, no os decepcionaré, pero, romperme las alas, no soportaré más dolor y me convertire en el peor de tus enemigos.

Agujero oscuro, es lo que es.

Te perdí.
No te preocupes, no volveré a buscarte. No preguntes por mi, no te molestes en pensar en mi, no busques razones del por qué ocurrió, solo piensa "sucedió" porque, ¿Sabes qué? Ahora mismo estoy leyendo nuestra historia sentada en el País de las Maravillas, y creeme, me hace gracia, porque se que volveré a verte y ese hecho no me lo quita nadie. Porque tu sonrisa es mi corazón y a veces quema tanto que dan ganas de arrancarmelo de cuajo, porque parece ser que mantenerte lejos no es la solución, que es un aliciente para sentir lo que siento, porque jamás, y digo jamás, lo había pasado tan mal mirando hacia el futuro, sola. Porque por muchas personas que hayan en el mundo sin ti... no es lo mismo.
Lo siento. Es lo que vi.

·Cadenas que nos atan. Momentos que nos separan.

Pasar por la misma calle, sentir que el viento te roza la piel, el sol se oculta, es hora de ir a casa, pero sin embargo ahí está, mirando el atardecer mientras camina por la calle silenciosa, rozando la pared, agarrandose a la poca vida que desprende unos cuantos trozos de piedra amontonada. Quizá eso cambie, de todas las veces que por allí a pasado, a rozado esa pared, es posible que con el tiempo cambie, que aparezca una planta trepadora, una hormiga despistada, una largatija a la cual la encanta el calor... da gusto ver que algo varia en una vida repleta de cosas que no se mueven, que no parecen vivir, que no cambian, que es siempre lo mismo, el mismo aburrimiento y el mismo afán de caminar para respirar, de leer miles de historias diferentes a la tuya. Porque es eso, todo suele variar, menos mi vida, menos tu sonrisa recorriendo esa calle, rozando esa pared, no estoy, se que lo sabes, se que caminas por allí porque te recuerda a mi. Se que me recuerdas, porque nadie realmente muere hasta que se olvidan de esa persona. Gracias por atarme a la vida.

Suena a notas.

Una mañana, sonrie, agoniza, la eterna llamada de un instrumento abandonado qu epoco le falta para hechar patas y andar, es como un insecto olvidado, que teje su tela de araña porque nadie le a matado pero nadie le da de comer.
Su música, antes mia, pero ahora de nadie. Su alimento inspira, corcheas, semicorcheas, redondas.... lineas en paralelo, curvas... ff, mp, pp, mf... hojas, partituras, la escritura de los antes cultos, ahora es mi lenguaje y el de otros tantos.
Somos asesinos, asesinos con arco de violín, consordina, con madera rasgada. Con melodias que se convierten en sueños.

Eres lo que más

Eres lo que más he querido en la vida. Eres lo más que quiero, lo único que me faltaba. Tú con tu mirada y tus abrazos de oso. Te amo por como respiras, por como me miras en invierno, suspiras en primavera, sonries en otoño y besas en verano. Eres...eres mi alma y mis recuerdos. Ahora, sinceramente, has hecho que yo no odie ninguna estación del año, que ame el sol , dorarme en la playa y reirme en el mar, has hecho que ame el invierno, que adore arroparme en tu chaqueta.
Eres lo que más.

Realmente, sinceramente, me atrae el mar.

Me quedo observando esos golpes de erosión en la roca.Viento, paz, tranquilidad. Inspiro. Hecho de menos algo, tu colonia, tus besos, mirar el mar....contigo. Sin ti, no es lo mismo, es como pretender hacer surf sin tabla, llorar sin lágrimas, beber si no hay agua, alcoholizarte sin alcohol, o pretender amarte si no estás aquí. Superman, ¿tú? ni hablar. O si, quien sabe... si, eres como superman, aparentas ser alguien siendo otro mucho mejor. No, eres como Peter Pan, me enseñaste a volar sin necesidad de Campanilla.
Veo un barco pasar, lento, calmado, sin más prisa que las corrientes marinas. El corazón se me encoge y me duele el alma. Queda filósofico, empalagoso y cogeria una lanza y se la lanzaria a quien me le presentó o quien desencadeno ese final de verano.
Vuelve otra vez el verano y me acuerdo de el. ¿fotos? No, la luz del Sol me sobra.
Hecho de falta a Peter Pan, a Superman, a Airon man, le hecho de menos a él.

Summer time.

Ahora, como siempre, el Sol aparece y hace calor, insoportable calor. Probaré a estudiar en todo el verano o a volver a tragarme series de surfistas o videos de grandes piruetas, no me apuntare a campamentos ni creo que salga de aquí, no iré a la playa y apenas saldré de noche. Otra vez, verano. Y parece que le sigo teniendo el mismo asco que el año pasado, que el anterior y el anterior y el anterior...etc. Supongo que me pondré a trabajar o quizá a llevarme bien con mis vecinos. O me vicie con mi violín. A saber. Cuando termine todo esto contaré el final de verano, inicip de curso y sonrisa de reencuentros.

Palabras que valen oro de una boca que sabe a caramelo.

Ahora, esperas, y lo único que consigues es la parada del tiempo en miles de gotas negras grabadas en trozos de papeles rayados que no hacen más que una simple referencia hacia algo inexistente como la música entonada o las sonrisas de cantantes. Pero te paras y respiras, porque el papel te obliga a hacerlo, te paras porque algo no suena como aparenta y no lleva el mismo ritmo que exige. Música, que se dibuja con boli, lápiz en un papel pautado, rayado o en nuestros corazones.

Hace más de 3.000 años, un hombre, llamado Jop, se quejó a Dios de todos sus problemas y la biblia dice que Dios le respondió "¿Das tu al caballo su fuerza? ¿Adornas su cuello de ondulantes crines? ¿Le enseñas tu a saltar como la langosta? ¿A resoplar fiera y terriblemente? Viaja en el valle, se alboroza, con brio va al encuentro de las armas, se rie del miedo, nada lo amedrenta ni ante la espada retrocede, a su flanco va resonando la aljava, la lanza refulgente como el dardo, con impaciente estrépito paso, hiriendo la tierra y no se contiene al toque del clarín"

.

Ella. Ella... necesita tan poco para sonreir, y menos para ser feliz, que se lamenta entre sus pequeñas lágrimas de pétalos de margarita que consiguen enrosar sus mejillas y averdar sus ojos. Ella, se lamenta de no conseguir ese poco de azúcar que conseguiría endulzar la poca tarta de vida que le queda en el plato del mundo que se la comen las personas que se creen hormigas, que procuran arrasar con su merienda. Y de lo que más se lamenta, es de escribir esto en segunda persona. Es una muñeca de porcelana, aburrida de estar en la balda de tu habitación que solo te sirve para descargar tus problemas.

Bomba en plaza universitaria.

Me tiro al suelo cansada de todo, tirada en medio de la poca hierva que queda en esta ciudad, meto la mano en el gran bolso blanco buscando la cajetilla de tabaco que normalmente no me atrevo a gastar, agro la cajetilla y saco uno de los cigarros "Bien, aún quedan cuatro" pienso mientras lo poso entre mis labios, y me pongo a buscar el mechero, ese mechero que me regaló un amigo al volver de un viaje que hizo a París. "De París... con su ex..." pienso. ¿Celos? No, solo un cariño insoportable hacia alguien que no comprendo ni quiero hacer. Agarro el mechero que está metido en el bolsillo interno del bolso, enciendo el cigarro, miro el mechero, tiene la torre de Eiffel y un "I love you" debajo de la torre, sonrio y lo tiro lo más lejos posible de mi. "Tengo que pensar en cómo me ha salido los exámenes de selectividad" pienso de forma clara y tajante. Cojo mi melena marrón clara y el coletero de pelo que tengo en la muñeca y me hago un moño alto. Oigo el móvil fuera del bolso, supongo que se me haya quedado fuera al buscar el cigarro. Me siento en la hierva y encuentro el móvil a cierta distancia de mi y por no levantarme, estiro la pierna para alcanzarle y lo acerco a mi. Antes de cogerlo quien me llamó colgó, miro el menú de llamadas recibidas "Manuu" ponia en la pantalla. Se me aceleró el corazón, apago el cigarro con el árbol que tenia a mi lado, me remango la camiseta de manga francesa hasta los hombros y me quedo sentada a lo indio, embobada, mirando el móvil, la pantalla y su llamada. Me muerdo el labio inferior, se me cae un mechón del flequillo en la frente y me lo intento colocar de nuevo en el moño, pero parece insistir en quedarse en mi frente. Decido sacar un libro que tengo en el bolso y ponerme a leer. Su portada deslumbra con "Lágrimas de Cristal", no pone su autor.
Vuele el móvil a sonar y salto del susto, cuando lo cojo, cuelga otra vez, él.
Me quedo mirando el móvil como la anterior vez y noto un aire cálido en la nuca. Me doy la vuelta. El Sol me da de espaldas y ahora me daba de frente, tardaba mucho en conseguir definir el cuerpo que veia negro. Se me escapó un grito de sorpresa que se acallaron con un beso sordo en mis labios.
Lo siguente que recuerdo son los golpes de mi corazón en la caja torácica y nubes de humo a nuestro alrededor.
Esto, es, un amor explosivo diria yo.
Él, soltó una lágrima de cristal que me corto los labios y me congeló el corazón.

lágrimas

Para qué llorar, si lo único que se consigue es llenar los ojos del color del fuego, que se te ponen coloretes y se humedecen tus mejillas. Para qué llorar si se te unden los ojos y tus iris se convierten en pinturas de acuarela. Para qué llorar, si lo único que te dije es que me tuve que marchar, que jamás me verás, que jamás lloverá, nis nos taparemos bajo la lluvia con un paraguas que más que tapar moja más. Para que llorar, si lo que realmente quiero es tu felicidad, la que no puedo agarrar, la que me gusta observar.